Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1884-1885 (Cortes de 1884 a 1886)
Sesión: 6 de marzo de 1885
Cámara: Congreso de los diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Ministro de la Gobernación
Número y páginas del Diario de Sesiones: 104, 2684
Tema: Modus vivendi con Inglaterra

Le aconsejo para otra vez a mi querido amigo particular el Sr. Ministro de la Gobernación, que no atienda mucho a las observaciones del Sr. Ministro de Hacienda, porque S.S. lo hace mejor solo que acompañado. No tiene nada de particular esto, porque el Sr. Ministro de Hacienda está muy preocupado con los presupuestos, que por cierto no merecen la pena de preocupar a nadie; tan malos son, que no hay necesidad de preocuparse de ellos.

El sr. Ministro de la Gobernación se ha extendido demasiado para demostrarnos lo que es indemostrable. Yo fui el primero que reconoció que la Comisión había dividido el asunto sujeto a su deliberación en dos partes, en dos proyectos de ley; pero bajo un solo juicio y en un solo dictamen, que es lo que yo dije siempre y lo que se ha dicho desde el primer momento. Y en el asunto de que entonces se trataba, resulta lo que se hizo perfectamente justificado, porque se refería el proyecto del Gobierno a cuestiones que no podían en manera alguna estar unidas; mientras que los dos extremos que en un solo proyecto ha sometido a las Cortes el Sr. Ministro de Estado, tan debían y podían ir unidos, que los unió el mismo Gobierno, haciendo cuestión de Gabinete en un principio la aprobación del proyecto en esa forma. Se trata de celebrar un convenio definitivo con Inglaterra y de aprobar otro provisional, y claro es que podían ir unidas ambas autorizaciones; es más, debían ir unidas, dadas las opiniones del Sr. Ministro de Estado. Pero ¡ah! al señor Ministro de Estado le va abandonando ya todo el mundo; le ha abandonado el Sr. Ministro de la Gobernación, le ha abandonado la Comisión, y ayer le abandonó, de una manera terrible, el Sr. Presidente del Consejo de Ministros. Sí; toda la argumentación del Sr. Cánovas del Castillo se redujo ayer a decir que el Gobierno estaba obligado a presentar el modus vivendi con Inglaterra, es decir, a dar a Inglaterra el trato de la Nación más favorecida, lo cual no es exacto. No estaba obligado el Gobierno a semejante cosa, como tendré ocasión de demostrar si es que llego a tomar parte en esta discusión, que la tomaré o no la tomaré, según lo que oiga decir al Gobierno; pero ni una sola palabra habló el Sr. Presidente del Consejo de Ministros de que el Gobierno tuviera obligación, ni pensara en hacer un nuevo tratado con Inglaterra, que para el Sr. Ministro de Estado era lo importante.

(Llamada de atención por parte del Sr. Presidente para que no se desvíe del tema a debatir).

Tiene S.S. razón, como la tiene siempre, y aunque no la tuviera, yo cedería a sus indicaciones; pero es que, francamente, me da tanta pena la situación en que se encuentra el Sr. Ministro de Estado, que no he podido menos de pronunciar estas palabras para facilitarle la defensa. Al fin y al cabo, el Sr. Ministro de Estado es mi amigo y compañero de hace mucho tiempo, y no me gusta que a un compañero y amigo se le abandone tan inicuamente como lo han hecho el Sr. Ministro de la Gobernación y todo el Gobierno.

Por todo lo demás, el Sr. Ministro de la Gobernación, yo insisto en que el proyecto de ley que se está discutiendo no puede ser dividido, sin declarar de una vez que todo lo demás que queda pendiente no ha de traerse al debate, porque de otro modo no se puede tratar del asunto en el Senado. ¿Está pendiente todavía el proyecto de ley traído por el Gobierno por iniciativa de la Corona, puesto que la Comisión subsiste? Pues no puede discutir sobre él el Senado, y por consiguiente, todo lo que hacemos aquí es completamente inútil. Conteste S.S. a este argumento, y luego hablaremos de lo demás. [2684]



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